No es ninguna novedad que las redes sociales son parte fundamental para cualquier marca: no solo te permiten interactuar con tu comunidad y darte a conocer, sino que pueden ser un gran impulso a tus ventas a bajo costo. Las posibilidades son muchas, desde influencers que recomienden tus productos hasta publicidad pagada sobre tu marca, incluso hay emprendedores que usan Facebook o Instagram como canal de ventas.
Uno de los grandes beneficios es que son plataformas fáciles de usar: la mayoría de nosotros tenemos alguna red social donde compartimos contenido regularmente. Por este motivo, puede resultar tentador crear una cuenta de marca y empezar a subir contenido al igual que lo hacemos con una cuenta personal. El problema con eso es que las cuentas de empresa funcionan distinto a las personales y corremos el riesgo de gastar recursos sin obtener resultados.
Hazte la siguiente pregunta ¿Cuántas de tus ventas llegan desde redes sociales? ¿Cuál es el retorno de tu inversión en plataformas como Facebook o Instagram? ¿Se cumplen tus objetivos de marketing en RRSS? Si no sabes la respuesta, es porque seguramente no estás siguiendo una estrategia adecuada. Si comienzas a hacerlo, podrás tener mucha más claridad sobre los resultados de tus acciones y qué caminos tomar para mejorar en tu negocio. Estos son algunos básicos de una estrategia para redes sociales:
Identifica tus necesidades principales y de cuáles te puedes hacer cargo desde las redes sociales.
Define tu buyer persona o tu comprador ideal para tener una visión concreta de tu público objetivo.
Estudia a tu competencia.
Define tu propuesta de valor.
Plantea tus objetivos en un tiempo determinado, deben ser claros, realistas y medibles.
Haz una lista de los recursos que vas a necesitar (como presupuesto, diseñador, fotos de productos, community manager, etc).
Define tu presupuesto para los próximos 3 meses.
Selecciona los canales que vas a utilizar según tus objetivos y tu público.
Define tus KPI’s: son los indicadores clave de rendimiento que te permiten saber si estás cumpliendo tus objetivos.
Crea tu contenido y calendarízalo, de esa forma podrás mantener un orden y asegurarte de que eres constante.
Asigna responsabilidades: ten claro quién se hará cargo de responder mensajes, crear el contenido, revisar las métricas, etc.
Mide, monitorea, ajusta y vuelve a medir.
Por eso es tan importante seguir una estrategia digital: es lo que te va a permitir guiar tus acciones y enfocarte en obtener los resultados que requieres.
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